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juego a observarte entre el humo, divisarte entre la taza y las granzas de café... no es verdad, no es mentira.
Vuelvo a abrocharme el pantalón y a desgarrarme un poco el alma, es sencillo y complicado. No es que no quiera verte en el espejo, es que los ojos se arrugan cada vez más y se me cae la cara de vergüenza. Cobarde.
¿Cuántos imbéciles más? 130
La respuesta a lo improbable, a la seducción eterna... la locura entre sudores y revolturas de palabras. La sanidad nos persigue, a veces no me dejo alcanzar. Puta.
¿Cuántos imbéciles más? 130
Yo pido una charla, un 4/12, la mirada fija y el bostezo eterno. Peticiones.
¿Cuántos imbéciles más? 130
Vamos a llamarle Yo. Lo sostengo.
Vuelvo a abrocharme el pantalón y a desgarrarme un poco el alma, es sencillo y complicado. No es que no quiera verte en el espejo, es que los ojos se arrugan cada vez más y se me cae la cara de vergüenza. Cobarde.
¿Cuántos imbéciles más? 130
La respuesta a lo improbable, a la seducción eterna... la locura entre sudores y revolturas de palabras. La sanidad nos persigue, a veces no me dejo alcanzar. Puta.
¿Cuántos imbéciles más? 130
Yo pido una charla, un 4/12, la mirada fija y el bostezo eterno. Peticiones.
¿Cuántos imbéciles más? 130
Vamos a llamarle Yo. Lo sostengo.
publicadas por Verdolaga a la/s
11:53 p.m.
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