Soy un suicida ocasional... busco una cuerda, un arma, busco el río, unas llantas; no por el escape de los problemas emocionales o sociales, busco la DICHA; una alternativa de encontrar la calma al sinsentido que provoca la soledad y no la del desamor, sino la del ser... soy un suicida ocasional.

Soy una compulsiva volátil... busco unos cigarrillos, la calma, busco fumarme un porro y llevar el duelo de la muerte. Me gusta la mesura, los festines de gesticulaciones me atormentan; aprendo japonés y el desorden ya losé... soy una compulsiva volátil.

Tragedias personales nos identifican, una soledad que nos permitió descubrirnos en el límite de nuestras vidas y nos planteó un horizonte distinto... somos dos muertos aprendiendo a besar.